Sí.
Sí.
Sí.
Digo sí y todo se abre.
Se abre el corazón.
Se abre el pensamiento.
Se abre el sentir de la Vida que es un Sí a todo.
Y cuando menos lo espero,
Todo se vuelve a cerrar.
Caigo en la oscuridad.
Y aparece un No rotundo aunque a veces silencioso.
El rechazo a lo que parece suceder fuera de mí.
A veces me desanimo.
Aunque cada vez con más frecuencia
recuerdo el fluir.
Estoy aprendiendo.
Es normal que aún me pierda.
Recuerdo que todo es correcto según mi voluntad.
Abrir y cerrar.
Fluir.
Un juego inocente.
Gracias…
Foto: Carme Mompó i Avilés. Collbató. Barcelona